Una buena idea merece un gran nombre. Con un total de sesenta sugerencias, ¿cómo elegir solo una? De algún modo, las 60 se quedaron en seis: Buttercup, Shannon Gold, Leprechaun, Tub-o-gold, Golden Farm y, por supuesto, Kerrygold. Los nombres se presentaron al Consejo de administración de An Bord Bainne y, una vez tomada la decisión, la marca Kerrygold se lanzó no solo en Irlanda, sino también al otro lado del charco, en el Reino Unido, en 1962.